02 mayo, 2014

Cesar Chávez, ejemplo de generosidad



César Chávez, mexicano y estadounidense, campesino, dirigente obrero y activista de derechos humanos, no estaba en posición de poder ofrecer bienes o dinero.  Nunca ganó más de seis mil dólares al año, no tuvo vivienda propia ni dejó ahorros para su familia cuando murió.  Sin embargo, más de cincuenta mil personas asistieron a su funeral en el pequeño pueblo de Delano, California, para celebrar una vida rebosante de generosidad que se manifestó en el talento y la energía empleados para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores estadounidenses.  Chávez sabía que “la verdadera riqueza proviene de ayudar a los demás”.

Chávez, hijo de de campesinos mexicanos inmigrantes, fue testigo del engaño sufrido por sus padres cuando les arrebataron sus tierras, y de la explotación a manos de terratenientes  sufrida por sus compañeros.  Años más tarde relató cómo en su corazón había nacido “el deseo de ser tratado justamente y de ver a mi gente tratada como seres humanos y no como simples enseres.  Nació de la ira y la rabia, emociones que sentí hace cuarenta años cuando a las personas de mi color se les negaba la entrada al cine o a un restaurante en muchos lugares de California.  Nació de la frustración y la humillación que sentí cuando niño al no entender por qué los hacendados explotaban a los trabajadores del campo, si ellos eran tan pocos y nosotros tantos”.  Chávez deseaba ver más generosidad en el mundo.

Eligió como fuente de inspiración a San Francisco de Asís, Mahatma Gandhi y Martin Luther King, y se convirtió en un infatigable activista en la lucha por unas mejores condiciones laborales y unos salarios más justos.  Fue cofundador de la Unión de Campesinos en los Estados Unidos y se sometió a prolongadas huelgas de hambre para llamar la atención sobre el abuso de los pesticidas en la agricultura estadounidense.  Se convirtió asimismo en patrocinador del arte chicano y apoyó varios proyectos, entre ellos, el Teatro Campesino.

Chávez opinaba que lograr una libertad duradera requería una elevada dosis de disciplina y edificó su vida basándose en el principio de que “en este mundo es posible conseguir enormes riquezas materiales y vivir en opulencia.  Pero una vida basada sólo en el enriquecimiento deja tras de sí un oscuro legado.  Al final de nuestros días, seremos juzgados con otros criterios”


Más información sobre la vida de Chávez...
http://www.biography.com/people/cesar-chavez-9245781#awesm=~oD7BHb54Kmy0y0

09 abril, 2014

Ser agradecido

Todos queremos ser GRANDES, crecer y desarrollarnos para hacer realidad nuestros sueños y alcanzar nuestra metas.  Pero ¿sabes cuál es la manera más fácil de ser GRANDE?  Ser agradecido.

A primera vista puede parecer una oración inocente, ¡pero no te dejes engañar!  La verdad es que tiene el poder de transformar por completo tu manera de ver la vida y a la gente en general.  Es un camino maravilloso, el camino de la gratitud.

Imagina una situación hipotética:  te gustaría que la ciudad en la que vives estuviera pintada de rojo.  Si quieres que la ciudad esté pintada de ese color, hay dos maneras de conseguirlo.  Primero, puedes contratar un ejército enorme de pintores, darles botes de pintura roja y mandarlos a que hagan el trabajo.  Obviamente no es posible, a menos que seas tan rico como Bill Gates e igual de influyente.  ¡Y ni hablar de que cada habitante de la ciudad te odiaría por escoger ese color!
Pero hay algo más fácil, una pequeña trampa.  La segunda manera es simple: ¡ponte lentes de color rojo!  Aunque nada sea de ese color, los lentes filtran todo de manera que parecerá rojo a tus ojos.  Esto me recuerda un dicho popular, No puedes poner alfombra en todo el mundo, pero puedes ponerte una en los pies.

La gratitud es el cristal a través del cual necesitas ver al mundo.  Hoy en día, mucha gente joven tiene un ardiente deseo de rebelarse y cambiar el mundo.  Si escuchas la letra de algunas canciones de rock conocidas descubrirás el espíritu de rebelión que hace eco en ellas.  Pero la pregunta es, ¿por qué tratar de cambiar al mundo?  El mundo, y todo el universo, se encuentra como debe estar en este momento.

Luchar contra cosas como ésta es como golpearse la cabeza contra la pared.  Siempre existe otra opción.  Aunque no es fácil ni práctico hacer que todo el mundo sea como tu quieres que sea, siempre está la opción de trabajar sobre tu propio punto de vista.

Entonces, ¿de qué se trata la gratitud?  Simplemente se trata de estar agradecido por las cosas que tienes en la vida.  Una vez que empieces a pensar, te darás cuenta de la infinidad de cosas por las cuales tienes que estar agradecido.  Hay una canción hindú que significa, "Existe tal cantidad de dolor en este mundo, y mi dolor es tan pequeño.  Cuando vi las penas de la gente de mi alrededor, me olvidé de las mías..."

Si analizas tu vida verás que existen tantas cosas que agradecer.
Un aspecto muy interesante de la vida es que sólo te das cuenta del valor de las cosas cuando no las tienes.  Una mañana desperé y descubrí que el lavabo del baño estaba tapado.  Estaba tan acostumbrado a usar el lavabo para cepillarme los dientes y rasurarme que la frustración duró todo el día.  Antes de ese día, ¡no tenía idea de que un simple lavabo fuera tan importante en mi vida!  Mira las cosas que hay a tu alrededor, te darás cuenta de su valor cuando no las tengas.

Y pasa aún más con las personas.  He visto gente que es ignorada y despreciada mientras vive, pero el día que muere, todos los demás se sienten tristes.  El asunto es que tendemos a dar por hecho todas las cosas buenas de la vida, también damos por hecho nuestras relaciones.  Y la gratitud te hace consciente de esto y te hace darte cuenta de la importancia de las cosas pequeñas.

Debes estar agradecido de absolutamente todo lo que te es útil en la vida.   Una experiencia que te dará una lección de humildad es expresar gratitud a tu calzado.  ¿Te suena ridículo?  ¿Nunca lo has hecho?  Entonces deja de leer en este momento.  Ve a donde tienes tus zapatos y diles mentalmente que estás agradecido con ellos porque protegen tus pies.  Dile a tus zapatos que los valoras.  Hazlo ya.

¿Cómo te sentiste?  Te darás cuenta de la importancia de este ejercicio la siguiente vez que te pongas tus zapatos.  Yo adquirí el hábito de expresar gratitud a mis zapatos.  Un día en la mañana, el zapato izquierdo empezó a lastimarme de repente.  Mentalmente pedí al zapato que se volviera cómodo y una vez más le agradecí por haber sido cómodo todo este tiempo.  Aunque suene algo trivial, di unos cuantos pasos más y el zapato dejó de lastimarme.  Los incrédulos pueden burlarse y asegurar que fue el efecto placebo, pero para mí fue un resultado milagroso y eso es lo que cuenta. 

Y en cuanto a la gente, ¿cuándo fue la última vez que le expresaste cariño a alguien que quieres?  Seguro que fue hace mucho tiempo, entonces ¿qué esperas?  A veces creemos que ese tipo de cosas se suponen, pero la otra persona también puede hacer suposiciones.  Además, te sientes mejor cuando experesas esos sentimientos.  Aprende a interesarte por la gente y a agradecer lo que te ha dado.  Tus padres te dieron la vida; tus profesores te dieron conocimiento.  Incluso tus enemigos te han dado la oportunidad de mejorar algún aspecto, así que sé agradecido con todas las personas que conozcas.  ¡No te olvides de agradecerte a ti!

También puedes estar agradecido por algo que haya sucedido en tu vida, puedes estar agradecido porque pudo haber pasado lo peor.  Y siempre habrá gente que viva circunstancias más desafiantes que tú.  No eres el único al que Dios le mandó problemas.  Así que agradece a todos y crece... crece para volverte GRANDE... para estar agradecido.

Para terminar, sólo te digo que tienes dos opciones: puedes ser agradecido o desagradecido.

Abhishek Thakore


13 febrero, 2014

Compasión

En la edad Media, cuando había numerosos reyes y fortalezas en las cimas de muchas montañas, dos monarcas de reinos vecinos llegaron a una disputa. A causa de ella, pronto sus ejércitos combatían en los campos y valles que había entre sus castillos. Al caer la tarde, uno de los reyes fue capturado por el ejército enemigo. Esa noche, lo arrojaron a un pozo vacío, de modo que no había posibilidad de que escapara. Acamparon y dieron comienzo a una celebración triunfal que duró toda la noche. Ahora bien, a medida que la noche transcurría, sucedió que un hombre del lugar, que se consideraba muy enterado, iba pasando por ese camino cuando escuchó una voz que gritaba:
- ¡Socorro! ¡Ayúdenme!
El hombre encontró el pozo y se asomó:
- ¿Quién eres? –le preguntó- ¿Y qué haces allá abajo?
- Soy el rey -susurró el monarca- ¡Por favor, sálvame! Por favor, por favor, sácame de aquí.

Siendo un tanto instruido, no le tomó mucho al hombre darse cuenta de lo que ocurría. Encontró una cuerda y ayudó al rey a salir del pozo. Todo sucedió muy rápida y silenciosamente, y pronto se iban ya alejando del campo enemigo. Pero en cuanto el monarca estuvo a su lado, hombro con hombro, el sujeto pareció sobrecogido:
- ¡No puedo creerlo! –dijo- Te salvé a ti. ¡He salvado al rey! ¡Yo! ¿No es maravilloso?
El rey estaba igual de contento:
- Oh sí –dijo- Ah, mi buen amigo, te agradezco mucho. Con todo mi corazón, quiero agradecer a Dios que te haya enviado por este camino. Gracias, gracias.

Y empezaron a caminar otra vez. Pero después de algunos pasos, el hombre detuvo al rey diciendo:
- ¡Pellízcame! ¿Es esto real? ¡Pellízcame!
El rey lo hizo, y luego el hombre dijo:
- Éste es el día más grande de mi vida. Oh rey, ¿te das cuenta? Yo te salvé. Yo te salvé a ti. Espera a que mis vecinos se enteren. ¡Y la corte! Supongo que les dirás a todos en la corte. O sea, a sus ojos, soy un héroe.
Y el rey estuvo de acuerdo. Prometió decirles a todos lo que había ocurrido y ofreció una serie de recompensas muy generosas. Dijo que le daría mucho gusto, que estaba agradecido, que nunca olvidaría lo que había pasado. Pero ahora, si al hombre no le importaba, mejor deberían guardar silencio, pues aún estaban al alcance del enemigo.

- Ellos están allí –dijo- Están celebrando mi captura. Si no tenemos cuidado, nos pueden oír. Así que guardemos silencio y volvamos rápido a la corte.

Y el hombre estuvo de acuerdo. Luego, dos segundos después, se olvidó.
- Estoy tan emocionado –dijo- Tu me vas a presentar con tanta gente y a decirles que te salvé. Va a ser, va a ser INCREÍBLE.

El rey dejó de caminar. Muy severo, miró al hombre del lugar y luego miró hacia los cielos. Entonces el rey dejó escapar un grito:
- ¡El rey se escapa! –gritó-. ¡El rey se está escapando! ¡Atrápenlo! ¡Atrápenlo!

Los guardias enemigos llegaron corriendo y desde luego que encontraron al rey. De inmediato volvieron a encadenarlo, junto con el hombre que estaba a su lado, temblando dentro de sus botas. Cuando iban escoltando al rey de regreso hacia el pozo, uno de los soldados habló:
- Majestad, podrías haber escapado muy fácilmente. Ibas ya a la mitad del camino. ¿Por qué permitiste que te capturaran otra vez?
Y el rey replicó:
- Prefiero estar aquí en cadenas, que pasar el resto de mi vida en la cárcel de la buena acción de este hombre.

Nunca es fácil cultivar virtudes. Hay que ir a través de un proceso doloroso, es verdad. Cuando se trata de ofrecer ayuda a otros, se debe ser especialmente cuidadoso. Hay que reflexionar en los propios motivos e intereses. ¿Vas a hacer algo porque te resulta gratificante, o porque hay una recompensa de algún tipo? ¿O lo estás haciendo porque realmente quieres ayudar? Tienes que hacer mucha auto-indagación para poder determinarlo; tienes que contemplar cada onda de pensamiento que cruza por tu mente. Cuando muestras compasión, la otra persona puede a menudo sentir tus motivos con mucha más agudeza que tú.

Swami Chidvilasananda
(Mi Señor ama un corazón Puro)


07 febrero, 2014

Meditación en el gozo y la imparcialidad

Hay muchos seres en este mundo que poseén inmensas cualidades y son de beneficio a los demás de múltiples maneras. Regocijémonos sinceramente en sus logros y deseémosles que sus cualidades no declinen nunca sino que perduren y se incrementen. La capacidad de festejar las mejores cualidades de los otros también actúa como un antídoto para la envidia y los celos. El regocijo también es una cura para el desánimo y para la visión pesimista y de desesperanza que tenemos del mundo y de los seres humanos.

Imparcialidad

La imparcialidad es un elemento esencial para las previas tres meditaciones. El deseo que todos los seres se vean libres del sufrimiento y de sus causas debe, sin duda, ser universal. No debería depender de nuestras preferencias sesgadas o de la manera que otros nos tratan. La compasión, por ejemplo, tiene como intención primordial el eliminar todo tipo de sufrimiento, donde quiera que se encuentre o quien quiera que se vea afligido por esto. Seamos los doctores que tengan como único deseo el curar a sus pacientes, independientemente de su comportamiento. Si alguien actúa de manera malévola, considerémoslo como una persona con una enfermedad mental que necesita ser curado de lo que lo aqueja en lugar de tratarlo con animosidad. Como el sol que brilla de manera equitativa sobre los buenos y los malos, sobre un lago sucio o uno limpio, el amor imparcial y la compasión deben ser extendidas a todos los seres sin hacer distinción.

Matthieu Ricard