21 enero, 2014

No estoy en contra

Yo no estoy en contra de Monsanto: estoy a favor de los alimentos orgánicos. (Cálmate, sigue leyendo). No estoy enojado con los que comen carne: elijo ser vegano. Yo no estoy en contra de los hombres y las mujeres que se casan, pero no veo ninguna razón por la cual dos mujeres o dos hombres no deban casarse entre sí también. ¿Sabes? En lugar de atacar lo que aborrezco, en su lugar promuevo lo que me gusta. No creo que las grandes corporaciones sean malvadas, yo sólo trato de apoyar a las empresas locales -siempre que puedo. Es así de simple. Elijo actuar desde un lugar de amor, no de odio (lo cual es mejor para mi salud) .

No todos somos activistas en el sentido de provocar disturbios, pero todos votamos con nuestro bolsillo. Decidimos cuáles empresas llegan a permanecer en el negocio y cuáles no. Por ejemplo: las tiendas de comestibles en Hawaii continuarán vendiendo mangos importados desde Ecuador (a pesar de que los mangos crecen allí mismo, en las islas), mientras la gente en Hawaii sigan comprando los mangos de Ecuador. Es así de simple.

Se ha dicho que la ira es un buen motivador para "hacer lo correcto", pero también lo es la compasión. La ira a veces nos puede cegar en nuestras acciones a un punto en el que estamos tan ocupados protestando contra algo (y por consiguiente, dándole más energía y atención), que en realidad estamos perturbando la paz (no sólo a nuestro alrededor, sino también dentro de nosotros).

Me han acusado de meter la cabeza en un agujero para no ver la injusticia en el mundo, pero mis ojos están realmente bien abiertos... y es por eso que puedo ver la belleza en el mundo también.

Como decía la Madre Teresa: "Si me invitas a una manifestación contra la guerra, no asistiré. Pero si me invitas a una manifestación a favor de la paz , voy a estar allí".


(Tomado de Buddhist Boot Camp) 

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